jueves, 6 de mayo de 2010

INTEGRACIÓN METABÓLICA


Las vías metabólicas son una serie de reacciones químicas consecutivas catalizadas por enzimas para obtener un producto.
El metabolismo, definido como el conjunto de reacciones que proporciona un aporte continuo de sustratos para el mantenimiento de la vida, incluye procesos catabólicos y anabólicos. En las rutas catabólicas se libera energía, parte de la cual se transforma en trifosfato de adenosina (ATP) y se recoge en nucleótidos reducidos (NADH, NADPH y FADH2). Las reacciones anabólicas necesitan un aporte energético que usualmente lo proporciona la hidrólisis del ATP, molécula que es transportadora universal de energía metabólica y que también es el poder reductor necesario, suministrado por los nucleótidos reducidos.


Función de los órganos
Cada tejido y órgano del cuerpo humano desempeña una función específica, para la cual ha desarrollado una anatomía y las actividades metabólicas acordes con dicha función. De entre ellos, el hígado, por su destacada función en la homeostasis del organismo, puede llevar a cabo la más extensa red de reacciones metabólicas.
El cerebro tiene como función principal la transmisión de los impulsos nerviosos mediante un mecanismo que necesita el continuo aporte de ATP, que obtiene a partir de la glucosa (en condiciones normales) o de los cuerpos cetónicos (en situaciones como la inanición), siempre que el suministro de oxígeno sea el adecuado.
El tejido adiposo está constituido por células (adipocitos) especializadas en la reesterificación de los ácidos grasos (que almacenan como triacilgliceroles en el citosol) y en la movilización de estos lípidos para satisfacer la demanda energética de las células de otros órganos y tejidos. Por tanto, los adipocitos son células metabólicamente muy activas que conservan los ácidos grasos y los liberan como fuente energética respondiendo con rapidez a distintos estímulos hormonales en coordinación metabólica con el hígado, el músculo esquelético y el corazón.
El tejido muscular esquelético actúa transformando la energía química (en forma de ATP) en energía mecánica que permite a sus células realizar trabajo y desarrollar movimiento. Su característica metabólica más importante es la de estar muy especializado en la generación de ATP como fuente inmediata de energía a partir de creatina fosfato, glucosa, glucógeno, ácidos grasos y cuerpos cetónicos, según su tipo y grado de actividad.
El hígado es la central metabólica del organismo. Regula los niveles de metabolitos en el plasma, para asegurar el adecuado suministro de los mismos al cerebro, músculo y otros órganos periféricos. La organización estructural del parénquima hepático y los elementos vasculares de este órgano son los más idóneos para llevar a cabo esta función. Todos los nutrientes absorbidos en el intestino (a excepción de los ácidos grasos) se liberan en la vena porta que drena directamente en el hígado, órgano que actúa así, como un vigilante interpuesto entre el tubo digestivo y el resto del organismo para controlar y distribuir tales nutrientes. Es especialmente importante la función del hígado como regulador de la glucemia.
Aunque sensible a distintas hormonas, la concentración de glucosa en el plasma es, en sí, el verdadero sensor que alerta al hígado del estado metabólico del organismo. Dos proteínas hepáticas intervienen en este proceso: la proteína transportadora de glucosa GluT2 y la glucocinasa, proteína enzimática que cataliza la fosforilación de la glucosa en el hepatocito.
Nutrición en el deporte
- Requerimientos nutrimentales
Hidratos de carbono: Es la principal fuente de energía para el organismo. Ya que es necesaria para aportar energía en casi todas las actividades.
§ Se almacenan en forma de glucógeno en el músculo y en el hígado.
Importancia:
Es que después del ejercicio, las reservas de glucógeno tienen que reponerse como parte fundamental del proceso de recuperación.
Ø Dieta rica en Hidratos de Carbono.
Ø Ingesta de 5 a 10 g/kg de peso corporal.
Lípidos
§ Son el mejor combustible en pruebas de larga duración.
§ Se almacenan en el tejido adiposo en forma de triglicéridos.
Proteínas
A diferencia de carbohidratos y grasas, son un componente estructural no energético:
§ Forman parte la estructura de todas las células y tejidos del cuerpo, incluyendo el tejido muscular, los órganos internos, los tendones, la piel, el pelo y las uñas.
§ Forman parte de hormonas peptídicas.
§ Intervienen en el transporte de hormonas y de diferentes sustratos.
§ Están implicadas en la defensa inmunitaria del organismo.
Vitaminas y minerales
Son necesarias en determinadas cantidades para alcanzar el máximo rendimiento físico.
Los requerimientos de vitaminas y minerales dependen de la edad, tamaño corporal, nivel de actividad y metabolismo individual.

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